Bloque II. El poblamiento de América y las culturas prehispánicas
Existen
diversas teorías sobre el origen del hombre americano, como la Ruta Polinesia - Australiana que sugiere la entrada por la Antártida desde Australia, y teorías de bases no científicas como la de José Acosta y de Florentino Ameghino, pero de todas ellas la más
aceptada es que el hombre llegó a América a través del estrecho de Bering
durante el tiempo que duro la última glaciación en la tierra.
Hace
aproximadamente 40,000 o 50,000 años, los primeros grupos humanos comenzaron de
forma gradual a poblar las nuevas tierras desde Canadá hasta el sur del
continente americano. La región que actualmente lleva el nombre de México, fue
testigo de la evolución de estos individuos durante la llamada etapa lítica de
México que a continuación y de forma breve, se tratara de explicar el
desarrollo histórico de estos grupos humanos a través de los cuatro periodos en
los que se a dividido la etapa lítica.
Durante la
etapa lítica de México, se fue forjando poco a poco la historia de los
pobladores que darían vida a las civilizaciones o culturas mesoamericanas.
ÁREAS GEOGRÁFICAS DE MÉXICO ANTIGUO
Las tres
áreas geográficas en las que se dividió el estudio del México antiguo, fueron
nombradas Aridoamérica, Oasisamérica y Mesoamérica. A pesar de que estaban
dentro de un mismo gran territorio que hoy conocemos como América, cada región
tenía características muy particulares que hicieron que los primeros pobladores
de esos lugares convivieran con la naturaleza y entre ellos, de diferentes
maneras.
Aridoamérica.
Se
caracteriza por tener zonas secas y semisecas, así como montañas, desiertos y
costas, su clima es extremoso, muy caluroso durante el día y muy frío durante
la noche.
Los
pobladores de Aridoamérica tuvieron que adaptarse a un medio especialmente
difícil de habitar. Debido a las condiciones ambientales poco buenas para la
agricultura, la caza y la recolección se convirtieron en su principal actividad
para obtener alimentos. Sabían fabricar herramientas para cazar, como el arco,
la flecha y lanzas con punta de piedra.
Los
pobladores de Aridoamérica tuvieron que adaptarse a un medio especialmente
difícil de habitar. Debido a las condiciones ambientales poco buenas para la
agricultura, la caza y la recolección se convirtieron en su principal actividad
para obtener alimentos. Sabían fabricar herramientas para cazar, como el arco,
la flecha y lanzas con punta de piedra.
Fue la
segunda área geográfica-cultural más grande del México antiguo. Se ubica entre
el norte de lo que hoy conocemos como México y al sur de lo que hoy conocemos
como Estados Unidos de América.
Aridoamérica,
es toda el área que en el mapa está coloreada de color naranja. Abarcó el
territorio de los actuales estados de Aguascalientes, Durango, San Luis Potosí,
Chihuahua, Tamaulipas, Nuevo León, Sonora, Coahuila y Baja California; en
Estados Unidos de América los estados de Arizona, Nuevo México y Texas, entre
otros.
Sus
habitantes tuvieron que sobrevivir cazando conejos, gato montés, pumas y
venados; se alimentaban de la flora como los cactus y los nopales.
Oasisamérica.
Esta área tiene un terreno semiseco y clima caluroso con escasas lluvias, parecido a Aridoamérica; sin embargo, cuenta con algunas tierras favorables para la agricultura debido a la presencia de oasis.
Un oasis es
una zona en el desierto que cuenta con agua y vegetación, esto permitió que
fuera habitado por grupos de cazadores-recolectores, que pudieron establecerse
en un lugar. Se volvieron sedentarios y fundaron aldeas y también centros
urbanos. En sus construcciones empleaban adobe y soportes de madera. Es
necesario saber que no lograron la complejidad arquitectónica de las culturas
desarrolladas en Mesoamérica.
Estos
grupos mantuvieron una estrecha relación con los mesoamericanos, de quienes
aprendieron a construir sistemas de riego y edificaciones como las destinadas
al juego de pelota, incluso comerciaban con piedras como la turquesa.
La turquesa
es un mineral de color azul verdoso, casi tan duro como el vidrio que se emplea
en joyería, la cual, intercambiaban con los mesoamericanos por productos
alimenticios.
Debido a
las condiciones más favorables que en Aridoamérica, tuvieron más oportunidades
de sobrevivir, por el clima, los oasis y el comercio con los mesoamericanos.
Esta región
cultural se encuentra en el noroeste de lo que hoy conocemos como México y el
suroeste de lo que hoy conocemos como Estados Unidos de América; en ese
territorio están parte los actuales estados de Sonora, Chihuahua y Baja
California.
El clima
fue seco, sin embargo, a diferencia de Aridoamérica contaba con un importante
número de ríos y lagos. La disponibilidad de agua fue muy importante, lograron
mayor desarrollo por las condiciones del territorio consiguiendo ser
sedentarios; cultivaron maíz, calabaza, frijol, chile y tomate, las conocidas
milpas.
Mesoamérica.
Mesoamérica fue el área cultural con mayor desarrollo agrícola, arquitectónico y sociocultural.
Esta área
se distinguió por tener bosques, selvas, costas y montañas, así como varios
tipos de climas y abundancia de ríos y lagunas en ciertas zonas. Estas condiciones
favorecieron el desarrollo de la agricultura y el surgimiento de las primeras
ciudades.
Sus límites
territoriales abarcan desde el noroeste de lo que hoy conocemos como México y
hasta el occidente de los actuales países de Honduras, Nicaragua y Costa Rica.
En ese territorio se ubican actualmente Sinaloa, Nayarit, Jalisco, Guerrero,
Puebla, Tlaxcala, Hidalgo, Veracruz, Oaxaca, Tabasco, Chiapas, Campeche,
Yucatán y Quintana Roo.
El clima es
templado y húmedo como el de los bosques y de las selvas lo que hizo que
hubiera abundantes lluvias y ríos caudalosos.
En un
inicio Mesoamérica fue habitada por grupos de cazadores recolectores, quienes
aprovecharon los recursos naturales de la región para instalarse temporalmente,
con el paso del tiempo comenzaron a vivir en aldeas y con ello empezaron a
conformarse los rasgos característicos de Mesoamérica, entre ellos el más
importante fue el cultivo de maíz.
Se sabe que
los pueblos que habitaron en Mesoamérica lograron desarrollar un alto nivel de
cultura y civilización, así como complejos sistemas de organización social,
política y económica. Practicaron la agricultura avanzada de maíz, frijol
calabaza, chile, chía, aguacate, zapote y algodón. Las ciudades desarrolladas
mostraron un complejo trazo urbano, practicando la escultura monumental, a
través de la construcción en piedra.
De las tres
áreas, Mesoamérica fue la que permitió mayor desarrollo y el establecimiento de
los pueblos.
HORIZONTES CULTURALES
Preclásico
El
horizonte Preclásico abarca desde el 1,500 a.C., cuando comenzaron a
desarrollarse las primeras aldeas agrícolas, hasta el año 200 d.C, periodo en
el cual se consolidó una de las grandes civilizaciones de Mesoamérica: La
Olmeca.
La
agricultura cambió la forma de vivir de la gente; le permitió establecerse en
aldeas y comenzó una forma de vida sedentaria pues la cosecha aseguraba comida
para todos y ya no hubo necesidad de ir de un lugar a otro en busca de
alimento. Poco a poco la población aumentó y las aldeas crecieron. Sus
habitantes aprendieron a hacer ollas, cántaros y platos de barro. Trabajaban la
piedra y domesticaron animales como el guajolote, el pato y un perro llamado
"itzcuintli".
Con el
tiempo, algunas aldeas se convirtieron en ciudades y centros ceremoniales como
Cuicuilco, construido a orillas de uno de los lagos que había en la cuenca del
valle de México. En el Preclásico, Cuicuilco fue el poblado más importante de
esa región. De esa población sólo se conserva una pirámide de base circular,
rodeada por el pedregal que formó la lava del Xitle, un pequeño volcán en las
faldas del Ajusco cuya erupción destruyó el sitio.
Clásico
La revolución
del Preclásico permitió el surgimiento de nuevas culturas: los teotihuacanos,
los zapotecas y los mayas, quienes crearían las más exquisitas civilizaciones
de Mesoamérica.
Tras la
revolución urbana que caracterizó al Horizonte Preclásico, los pueblos
mesoamericanos iniciaron un periodo de gran desarrollo: crearon avanzadas
técnicas agrícolas como las terrazas, las chinampas, el sistema de roza y una
serie de obras hidráulicas que posibilitaron el riego mediante canales. La
producción de un excedente agrícola y alimentario permitió la especialización
de los artesanos. Así, durante este horizonte nacieron los más grandes
albañiles, tejedores, pintores, alfareros, lapidarios y ceramistas del México
antiguo. Asimismo, la suma de los excedentes y la producción de los artesanos
permitió la aparición de grupos expertos en el comercio, mismos que recorrieron
el territorio mesoamericano realizando intercambios.
Las
sociedades clásicas del México prehispánico se caracterizaron por una
marcadísima división social: sacerdotes, jefes militares, nobles y algunos
comerciantes de gran importancia constituían grupos privilegiados. Mientras que
el resto de la población -integrada por agricultores, artesanos y trabajadores
empobrecidos- constituían otro gran grupo social.
Entre los
años 600 y 900 los Estados mesoamericanos más poderosos se extinguieron por
causas aún desconocidas, aunque sus tradiciones culturales sobrevivieron a este
horizonte.
La
civilización teotihuacana es considerada como la más representativa del
Horizonte Clásico. Su vida se prolongó durante poco más de diez siglos y
alcanzó su esplendor entre los años 300 y 600.
Los
teotihuacanos -al igual que los olmecas- influyeron de manera decisiva en
Mesoamérica; las evidencias de su importancia se encuentran incluso en
territorios pertenecientes a Aridoamérica, tal es el caso de los vestigios
hallados en Chihuahua, Durango, Nayarit y Zacatecas. Los teotihuacanos fueron
grandes agricultores y artesanos. Sus obras arquitectónicas, artísticas y
artesanales aún nos maravillan gracias a las pirámides del Sol y la Luna, las
espléndidas pinturas y grabados en piedra de sus templos y casas, y su
cerámica, misma que se convirtió en un modelo a seguir por la mayoría de los
pueblos mesoamericanos. Hacia el año 750, Teotihuacan fue invadida y
parcialmente destruida por guerreros provenientes de Aridoamérica.
Comenzaba
el principio del fin, mismo que llegaría con el abandono de la ciudad debido a
la sublevación de las poblaciones tributarias y la crisis ecológica. Tras estos
fenómenos, su población emigró a otras regiones de Mesoamérica y llevó consigo
su cultura.
Posclásico
Esta etapa
marca el fin del mundo prehispánico. En ella, las civilizaciones mesoamericanas
se transformaron y crearon las últimas grandes culturas: los toltecas, los
mexicas y los tarascas.
Uno de los
rasgos sobresalientes del Horizonte Posclásico fue las grandes migraciones,
principalmente la de los chichimecas de Aridoamérica, mismas que transformarían
de manera definitiva el fértil territorio que ocupaba Mesoamérica.
Las
sociedades del Posclásico mantuvieron en sus líneas más generales las
características de la etapa anterior (un grupo privilegiado que estaba formado
por sacerdotes, jefes militares, funcionarios y comerciantes más poderosos, y
un grupo desfavorecido que integraban agricultores, artesanos y esclavos).
En estas
civilizaciones, el poder estaba en manos de un gobernante supremo que poseía la
máxima autoridad política, judicial, militar y religiosa. Aunque cabe aclarar
que los grupos militares predominaron en las sociedades del Posclásico.
Por último,
durante esta etapa, se inició en Mesoamérica la extracción de metales con el
fin de producir algunas obras de joyería y unas cuantas herramientas. En
efecto, en aquellos años se trabajaron minas y yacimientos de oro, plata,
estaño y plomo, al tiempo que se desarrolló la técnica de la "cera
perdida" para moldear los metales.
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